La función de la placenta durante el embarazo es de gran importancia para el desarrollo del bebé, y si bien es cierto que la gran mayoría de las personas tiene una noción básica de que es la placenta, muy pocas son las que realmente conocen cuál es el papel que esta desempeña en concreto durante la gestación, motivo por el cual nos proponemos mostrarte lo que necesitas saber al respecto.
La formación de la placenta inicia en el mismo instante en que el óvulo fecundado se implanta en la pared del útero, siendo esta de gran importancia para desarrollo adecuado del embrión, pues es a través de ella y del cordón umbilical que el feto se encuentra en conexión con la madre recibiendo de esta forma los nutrientes que requiere, así como también la sangre y el oxígeno necesario para poder respirar.
Sabiendo esto, cabe destacar que la función de la placenta durante el embarazo es de gran importancia porque desempeña varios papeles que son fundamentales para que el feto se desarrolle como debe ser, y algunos de ellos son:
Permite el intercambio materno-fetal
La placenta cumple la función de filtro, pues permite el paso de algunas células a la vez que impide el paso de otras, pero también sirve de vehículo para el transporte de los nutrientes que requiere el feto para poder desarrollarse.
Adicional a esto, es fundamental para la función respiratoria, ya es esta la que permite la llegada de oxígeno al feto y la eliminación del dióxido de carbono a este.
Tiene una acción inmunológica
Esta función de la placenta durante el embarazo es primordial, pues esta es la que evita que el sistema inmunológico identifique al embrión como un cuerpo extraño y que, por lo tanto, no lo ataque como tal, pero, además, sirve de barrera frente aquellas bacterias que proceden del exterior.
Lleva a cabo actividad endocrina
Durante el embarazo en la placenta se sintetizan varias hormonas y otros factores de crecimiento que son esenciales tanto para el metabolismo del feto como de la madre, pero además de esto, produce estrógenos, así como otras hormonas sexuales femeninas que son necesarias para que se lleve a cabo la implantación definitiva del embrión en la pared del útero, pero también para la preparación de las mamas de cara a la lactancia y el desarrollo del lactógeno placentario.
Sabiendo todo esto, no existe duda de que la función de la placenta durante el embarazo es fundamental para que el bebé pueda desarrollarse correctamente; asimismo, para que el cuerpo de la madre pueda adaptarse a los cambios que este conlleva.
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