Existen diferentes afecciones comunes que pueden afectar de manera frecuente a tu pequeño. Además de otras enfermedades de tipo infecciosas que pueden ser evitadas colocándole las correspondientes vacuna de acuerdo a la edad.
A continuación te ofrecemos detalles sobre aquellas enfermedades más comunes que pueden afectar a tu hijo.
El vómito
El vómito común, este tipo de afección bastante común puede ser tratado dándole frecuentemente y en cantidades pequeñas líquidos azucarados; este tipo de afección es preocupante cuando viene acompañado de fiebre y si su coloración es amarillenta, en este caso, lo recomendable es llevar de inmediato al pequeño a su pediatra.
Diarrea
La diarrea consiste en deposiciones liquidas frecuentes (más de cuatro deposiciones al día), si son demasiado líquidas y abundantes es diarrea. Cuando tu hijo tiene diarrea su organismo pierde agua en gran cantidad y debe reponerse suministrándole suficientes líquidos para evitar que llegue a deshidratarse. Es necesario suministrarle sueros para diarrea, gaseosas y jugos. Pero si además de la diarrea, tu hijo tiene vómitos, el suero se le puede suministrar cada cinco minutos utilizando una cucharita. Si además tiene fiebre alta, lo mejor es llevar a tu hijo al médico especialista tratante.
Fiebre
Cuando tu niño tiene fiebre, indica que está enfermo de algo, por lo cual debes observarlo con extremo cuidado sobre todo si excede los 37 grados centígrados, lo recomendable es atacar la fiebre de forma oportuna para evitar males mayores en la salud de tu hijo. A continuación podemos sugerirte lo siguiente:
- Primero debes verificar que el termómetro a utilizar marque menos de 36° C, de seguido coloca debajo de la lengua o del brazo por un tiempo más o menos de cinco minutos, si es un termómetro manual, si por el contrario tu termómetro es digital, verifica que esté encendido y espera que el mismo te indica con un sonido cuando la temperatura esté más o menos estable.
- Utiliza medicamentos comunes para la fiebre, siempre considerando la cantidad adecuada para el peso de tu hijo. Si no estás segura del peso lo mejor es llamar a su médico pediatra para que te indique que hacer.
- Si la fiebre es demasiado alta (mayor a 37.5 ° C), lo recomendable es darle un baño a tu hijo con agua tibia, en un sitio cerrado y alejado de cualquier corriente de agua, por ninguna razón realices fricciones con alcohol ya que tu hijo corre el riesgo de intoxicarse.
- Vestir con implementos ligeros a tu hijo para dormir y por ningún motivo lo abrigues con mantas gruesas.
- Recuerda que no debes darle antibióticos a tu hijo sin prescripción médica, lo recomendable es asistir al médico si la fiebre sigue.
Enfermedades infecciosas del infante
Paperas. Cuando tu hijo tenga tres años más o menos puede llegar a sufrir de paperas. Las paperas comienzan con malestar, fiebre y un dolor constante detrás de las orejas cuando el niño consume algún alimento, las paperas pueden llegar a complicar otros órganos del cuerpo, afectando sobre todo las glándulas salivales (la cara se hincha). Tu hijo puede comenzar a sentir dolor de cabeza y a no querer probar bocado. Lo recomendable es:
- El niño mientras tiene fiebre debe mantenerse acostado en reposo y alejado del resto delas personas hasta que se deshinche.
- Si el dolor es persistente, dale de tomar algún analgésico.
- Es necesario que haga enjuagues con la boca, no debe comer alimentos con sabores fuertes ni tomar jugos ácidos ni cítricos.
- Coloca compresas calientes o aplícale hielo en la zona de las glándulas salivales.
- “Este tipo de enfermedad infecciosa la puedes evitar, llevando a tu hijo para que le coloquen la vacuna correspondiente cuando tenga el primer año de edad”.
Sarampión. A partir del noveno mes de edad se puede presentar esta enfermedad bastante contagiosa, mientras dura la enfermedad suele tener una tos seca, secreción en la nariz y fiebre, al final de esta enfermedad el niño se muestra fastidioso al exponerse a la luz, en su cuerpecito aparecen manchas y enrojecimientos de distintos tamaños, desapareciendo dicha erupción cuando se hace presión sobre la piel, primero afecta la cara, luego las orejas, el pecho, el área abdominal y por último los brazos y piernas.
Lo más recomendable es aislar el niño y que esté en reposo por lo menos durante siete días. Suministrarle medicinas para la fiebre y no exponerlo a la luz directa.
“Lo ideal es colocarle la vacuna para prevenir el sarampión porque esta enfermedad puede llegar a complicar enormemente la salud de tu hijo.
Sé el primero en responder