Como padres solemos actuar muchas veces de manera equivocada, generando situaciones en las que pareciera que nuestros hijos llevan la autoridad en casa; nada más equivocado que permitir esto.
Eres tú como madre o padre quien ejerce la autoridad en tu hogar, bajo ninguna circunstancia debes someterte a la voluntad de tu hijo por un simple capricho o deseo. Puede que tu hijo tenga un carácter dominante, pero eso no significa que debes dejarle hacer lo que guste por un simple capricho. La debilidad de carácter y la incapacidad para dominar a tu hijo pequeño, le ha permitido aprender que de esa incapacidad para dominarlo puede aprovecharse y hacer lo que quiera y obtener lo que desea con un berrinche o una linda sonrisa. Prefieres vivir en una supuesta paz para evitar más problemas con la conducta de tu hijo; definitivamente esa paz no existe puesto que en el fondo estás atormentado por haber cedido a sus caprichos. Si tu hijo es de carácter dominante, puede llegar a hacer que tu hogar sea un completo; haciendo posible que en un futuro tu hijo se vuelva un hijo muy exigente y egoísta, sin respeto hacia tu persona y menos aún hacia el resto del mundo, actuando de forma desconsiderada.
Equilibrio, lo primordial.
La sobreprotección y el conceder sus deseos sin límites, son igual de perjudiciales para tu hijo. Las decisiones deben ser equilibradas, permitir en la misma medida en que se establecen normas claras para tu hijo. Actúa de manera justa con tus hijos, tomando en cuenta su edad y nunca favorezcas a ninguno sobre otro, es sumamente perjudicial para su desarrollo emocional. Es bueno que puedas llegar a un acuerdo con tu hijo respecto a las reglas que debe seguir, lo que les beneficiará a ambos, te verá como una madre que actúa con madurez, permitiendo y dando gusto, al mismo tiempo que decide con respeto y amabilidad. Traza límites entre dominar y ser dominado por tu hijo.
No sobrecargues a tu hijo de trabajo
El proceso de crianza de tu hijo es cierto que requiere mucha dedicación, lo cual hace necesario proporcionarle muchos cuidados y esfuerzos, debes fomentar en tu hijo el espíritu de cooperación, esto es necesario para que se adapte a la vida en sociedad; pero eso no significa que debes acosar a tu hijo con las actividades diarias que te corresponden como adulto, porque eso representa un abuso contra tu hijo. Por supuesto que siempre existirán actividades que a tu niño le desagraden y como consecuencia será difícil que las realice, pero si en tu hogar tienes más de dos hijos, en muchas ocasiones requerirás el apoyo de ambos hijos porque no podrás realizar todas las tareas. Siempre será necesario contar con el apoyo del padre de tus hijos, porque si resulta que eres madre soltera, generalmente delegaras ciertas actividades en tu hijo mayor.
Lo que debes entender como padre, es que no debes delegar en tu hijo aquellas actividades o tareas que sean aburridas para ti, es necesario que le asignes tareas que se adapten a él (física, mental y de acuerdo a su edad). Si pasas todo el día dando órdenes y más ordenes, tu hijo no tendrá ningún recuerdo grato de su infancia, llegará a ser un adulto sometido, y llegando a la paternidad para él será otra carga, sumada al resto de responsabilidades sociales. Entiende como madre (si ese es tu caso) que tu hijo tiene el derecho a disfrutar de una infancia tranquila y feliz, piensa en las veces que lo has mandado en este día a realizar actividades que son tu responsabilidad, deja que madure a su debido tiempo, no te dejes obstinar por ver solo lo malo o lo bueno de tu hijo, al final tu hijo pensará que es un verdadero desastre.
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